lunes, 20 de abril de 2020

La vuelta al...

Podríamos pensar en la vuelta al cole, pero en este caso será algo bien diferente.



No venimos ni mucho menos de pasar unos fantásticos días en la playa en familia, con amigos, en terrazas o chiringuitos, en este caso venimos de vivir un proceso histórico y único para la generación que conocemos; un confinamiento por estado de alerta de una pandemia de virus.

Este proceso nos está obligando a adaptarnos a muchas situaciones, a entrenar nuestra resiliencia, a reinventarnos, a afrontar cosas que no queríamos afrontar...

Pero ¿cómo vamos a gestionar la vuelta a "la normalidad"?

En primer lugar hemos de entender que hemos pasado por un proceso de DUELO, ya que hemos perdido la libertad de salir a la calle y de decidir cómo gestionar nuestra normalidad habitual.
Hemos pasado por las diferentes fases si os dais cuenta:
Primero vino la negación: "Esto no es para tanto..." "No puede ser real..."
Luego entramos en la ira: "¡Qué rabia no poder salir, ir a la playa, quedar con mis amigos o familia!
Empezamos luego a negociar con la situación buscando alternativas y a cómo adaptarnos a las circunstancias.
Apareció sin duda la melancolía de echar de menos a nuestros seres queridos, nuestras rutinas, salir a pasear, hacer deporte...
Y finalmente, después de este tiempo nos estamos empezando a adaptar y a aceptar las condiciones.

Estamos empezando a hablar de salir una hora al día con los niños a la calle, a que las ligas profesionales de futbol quieren recuperar su actividad durante el próximo mes de mayo, a que las empresas empiecen escalonadamente a abrir por sectores de mayor a menor necesidad.



¿Cómo debe afrontar un adulto trabajador el volver a su trabajo después de un mes sin trabajar, un niño que, pese a hacer deberes en casa ha tenido mucho tiempo libre y ha compartido muchas más horas que de normal con sus padres y hermanos, un deportista que pese a haber seguido unas rutinas de preparación y entrenamiento, lejos están de los entrenamientos en muchos casos de su deporte?

Muy probablemente será un salida muy ansiada; y como la propia palabra indica, es posible que la gente salga con cierta euforia y que a la vez eso se junte con la incertidumbre de si van a poder hacer frente a miles de cosas, de si todavía hay riesgo, lo cual puede generar una confrontación entre estado de alerta y estado de euforia.

Un deportista de elite que quiera volver a reemprender la temporada, teniendo en cuenta los objetivos que se había planteado es posible que lo viva con estrés.

Creo que desde la psicología hemos estado orientando, apoyando y ayudando a los diferentes sectores de la sociedad en estos momentos para comprender, y gestionar las diferentes emociones y situaciones que se vivían, desde los sectores sanitarios y alimentarios que han visto doblada su actividad con el riesgo al que se exponían, hasta el deportista de elite que se ha visto frenada su temporada o la madre o padre de familia que de repente no tenía ninguna actividad laboral que realizar.

Es momento ahora de empezar a orientar en la vuelta de cada sector, en cómo gestionar el estrés y la ansiedad que puede generar la ansiada vuelta a "la normalidad".



Lo cierto es que en estos días, en los que además de seguir trabajando online, me he dedicado a aprender y escuchar a muchos profesionales de diferentes sectores. He estado viendo muchos reportajes, y muchos de ellos han sido deportivos; muy probablemente debido a mi pasión por el deporte y a mis ganas de salir a surfear, a patinar, a entrenar con mis compañeros de CrossFit o a jugar un partido de padel; y eso me llevaba a pensar cómo la gente que se dedica profesional o semi-profesionalmente a estos y otros deportes están viviendo este proceso, y a cómo vivirán esa famosa vuelta a los campeonatos.
Será importante que se sepan gestionar muy bien las activaciones, la comprensión de las circunstancias, sin exigirse o esperar estar como se estaba antes del parón, o sino las lesiones empezaran a brotar como flores de primavera.

Sigamos recordando que los psicólogos estamos aquí para ayudar en este trabajo de la vuelta y que debemos ser nosotros los encargados en asesorar o orientar psicológicamente a la sociedad en cómo llevar a cabo este desconfinamiento de una forma adaptativa, juntamente de los demás profesionales especializados en cada área.

Finalmente comparto dos enlaces de  una entrevista con el Dr. Bolognari realizada el día 16 de Abril, donde dialogábamos sobre algunos de los aspectos psicológicos de esta situación de confinamiento y que vienen al hilo sobre lo escrito anteriormente.

Entrevista con Dr. Bolognari parte 1

Entrevista con Dr. Bolognari parte 2



martes, 29 de agosto de 2017

El obeso, el competidor y el objetivo

¿Alguna vez os habéis planteado alguna meta?

¿Habéis deseado algo de verdad? Algo para lo que estéis de verdad totalmente comprometidos a pagar el precio que sea necesario a nivel de esfuerzo con tal de lograrlo. ¿Habéis sentido alguna vez esa motivación?

Estamos hablando de un objetivo, pero muchas veces nos equivocamos al escogerlo.
Con Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet de nuevo reflexionamos sobre aspectos de psicología y deporte.




El obeso, el competidor y el objetivo

El obeso
Imaginad esto. Un hombre entra en el gimnasio. Marcadamente obeso. Su objetivo es perder 17 kilos. El hombre, a pesar de llevar más de una década sin hacer deporte y con un estilo de vida poco saludable, decide hacer el paso. Empieza entrenando un par de veces a la semana. Sin Open Box. Su estado de forma es malo, hay que adaptarle todos los elementos de las clases y termina cada sesión destruido. Por los suelos. Aún así él no cesa en su intento de conseguir el peso ideal. Rápidamente encuentra en el box un ambiente que le invita a ir sin tener la sensación de estar obligado a ello. Empieza también a hacer dieta para acelerar el proceso. Para llegar más rápido a su objetivo. A los dos meses y sin saltarse una sola sesión, decide subir a 3 días e incluso aprovecha el Open Box, que lo destina evidentemente a hacer WODS de cardio. A los 3 meses y medio nuestro protagonista ha conseguido perder 15 de los 17 kilos que se había planteado perder. El objetivo está muy cerca.

El competidor
Ahora imaginad esto. Tienes marcada una fecha en el calendario. La gran competición. Tu gran competición. Y como objetivo el podio. Llevas preparándola semanas. Calculando “macros”, dividiendo entrenamientos, triplicando sesiones, mejorando debilidades y preparándote mentalmente para el fin de semana. Has dejado de banda amigos y pareja y renuncias a planes con la gente que se supone te va a apoyar durante la competición para llegar a la fecha en el estado de forma físico más brutal que hayas conocido. Y así es. La noche antes te preparas toda la comida que vas a necesitar, la suplementación, una indumentaria para cada evento y consigues dormir más de 8 horas. Y arranca la competición. Las sensaciones son inmejorables. PR de Snatch en un WOD de fuerza. Top 10 en un WOD que tenía natación y carrera, cosa impensable hace un año. Asimilas cada vez mejor el paso de los eventos y ves como los otros rivales se van quedando. Estás más preparado que nadie para tales cantidades de volumen y vas recogiendo los frutos de tu preparación a medida que el cansancio hace mella en los otros competidores. En la final eres prácticamente el atleta que más entero estás.

El obeso
Han pasado ya 4 semanas y nuestro protagonista sigue dos kilos lejos de los 17 que se había marcado. Aunque el hombre ya entrena cinco días por semana y únicamente se da una concesión el sábado por la noche con la dieta, sigue sin poder perder los 2 kilos que necesita. La persona que entró hace algo menos de cinco meses por la puerta del gimnasio en un estado de forma lamentable ha desaparecido. En su lugar se encuentra otra que practica deporte 5 de 7 días a la semana, mantiene una dieta equilibrada y saludable, ha reducido sus niveles de colesterol, se encuentra más en forma, más vivo, con más lívido y es capaz de jugar con sus hijos, de hacer excursiones, de correr, etc. Y aún así, ha fracasado.
 
El competidor
Llega la final y das tu máximo en este último evento quedando cuarto del WOD y cuarto del global. A la competición que tanto te habías marcado en el calendario, tu competición, se han apuntado tres atletas top 15 de Regionals, uno de ellos clasificado para los Games y aunque has hecho tu mejor competición hasta la fecha, has fracasado.

El objetivo
A menudo nos plateamos objetivos como perder un determinado número de kilos, quedar entre los X primeros en una competición o bajar de tal tiempo nuestra marca de 5k. Nos olvidamos, pero que muchas veces la consecución de estos está sujeta a demasiadas cosas que no dependen de nosotros. El objetivo debe ser siempre el proceso: disfrutar de cada día de entrenamiento, de las personas que comparten sufrimiento contigo, de cada repetición, de cada segundo; cambiar tus hábitos diarios por unos más saludables; eliminar todo aquello de tu dieta que pueda interferir en el camino de estar más en forma; sacarle el máximo a cada entrenamiento sin buscar excusas. El objetivo tiene que ser no poder recriminarte nunca no haber hecho todo lo que estaba en tus manos para conseguirlo. Después de eso, el resto es una pura consecuencia. 
Edu Garriga



Así es, el objetivo debe ser de proceso y no de resultado, sino el fracaso está latente. Un objetivo de proceso debe ser descriptivo, realista, específico y medible. De esta forma nos aseguramos que nuestro objetivo sea, por ejemplo entrenar 3 días por semana, y si eso nos lleva como consecuencia a perder peso, a estar más en forma para una competición o para cualquier otra cosa que nos planteemos estará bien ya que estaremos libres de frustración, y lo más importante, que estaremos comprometidos con nosotros mismos y con aquello que depende de nosotros.
En Crossfit 77Feet lo tienen claro, prueba de ello es que siguen esta filosofía que les lleva a crecer cada día, a entender que el objetivo de hacer lo que hacen y de trabajar en ello es disfrutar de lo que hacen y eso les lleva a ser cada vez más grandes e incorporar aquello que la gente y que ellos mismos necesitan, como lo pone en evidencia el nuevo Box que abrirán próximamente en la población de Lloret de Mar.
Os dejo el link a continuación de su canal de youtube, donde podréis ver una muestra de cuál es la esencia y el estilo de Edu Garriga y Crossfit 77Feet
Crossfit 77Feet Media

viernes, 16 de junio de 2017

1 Year Crossfit: Un salto




Este mes hace un año que me inicié en la práctica deportiva del Crossfit, un deporte que hasta ese momento era casi desconocido para mí.

Pronto me llamó la atención al asistir a una competición interna del box donde llevo este año inscrito, el 77Feet. En esa competición que se realizaba en formato mixto pude observar en primer lugar algo que incluso para un psicólogo deportivo es sorprendente: el entrenamiento constante en la resiliencia.
No había visto nunca antes como un deporte podía ayudar a generar tanta capacidad de tolerar; y diréis, ¿tolerar el qué? Pues tolerar muchas cosas. En primer lugar el dolor, junto a que no te salgan correctamente los movimientos con el cansancio o fatiga. Se trata de superarse a uno mismo, de dar el máximo de tus posibilidades. Eso es lo que entendí por el crossfit de forma amateur en esa competición

En ese momento me picó la curiosidad y no tardé en inscribirme.
He querido dedicar este texto a mi experiencia en el crossfit durante este año porqué me ha aportado muchas cosas, tanto a nivel personal, así como en seguir aprendiendo cosas de mi profesión, gracias también en parte a los profesionales con los que he tenido la suerte de entrenar en este año, entre ellos Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet, con quien además de enseñarme cómo entrenar bien podemos compartir grandes reflexiones, tanto en el box como por escrito de aspectos psicológicos del entrenamiento en crossfit, tanto a nivel amateur como a nivel competitivo.

Bien, volviendo al tema principal me gustaría destacar algunos aspectos que creo que diferencian al Crossfit de otros deportes.
En primer lugar, como decía anteriormente creo que este deporte consigue que las personas tengas mayor capacidad de resiliencia, mayor tolerancia, al fin y al cabo, y esto creedme que en el día a día es indispensable, más aún con el ritmo frenético que llevamos de vida. Tolerar frustraciones, tolerar insatisfacción, el dolor entre otras cosas nos hace sentirnos mejor y con lo cual puede prevenirnos de posibles problemáticas psicológicas.

Otro aspecto clave del crossfit es sin duda la variabilidad de ejercicios y entrenos posibles. Esto permite a la persona que lo practica varias cosas. En primer lugar el efecto sorpresa que nos lleva a ir a un entreno sin saber qué habrá preparado para ese día, pero con la seguridad de que reunirá las características necesarias para poder trabajar las distintas partes del cuerpo a lo largo de la semana, todo ello combinando el ejercicio aeróbico con el anaeróbico, junto a otra gente que realiza lo mismo que tú, cada uno a su ritmo, sin ninguna presión más que la propia y sanamente para poder dar el 100% y caer rendido al suelo tras el WOD (Work Of the Day). Esto genera un efecto de comunión con el grupo que nos permite sentirnos identificados, unidos a una gente, aunque a veces esas relaciones no vayan más allá de las paredes del box, pero son ratos que los identificamos con buenas sensaciones, con el sentimiento de pertenencia a un grupo, lo cual nos puede llevar a sentirnos bien, otra vez en una sociedad en la que cada vez se tiende más al individualismo y al aislamiento.
Además, el crossfit nos permite entrenar nuestra capacidad de concentración. Se trata de una atención muy focalizada en las repeticiones y en una técnica muy precisa, sobre todo en algunos ejercicios de barra o de dominadas.

Es evidente e imprescindible la necesidad de autorregulación y autogestión del tiempo y de nuestras energías en un entrenamiento. La persona debe aprender a auto gestionarse si tiene como objetivo intentar cumplir con el objetivo del entreno que dependiendo de cómo será hacer máximas series en un tiempo determinado o quizás un número fijo de series en el menor tiempo posible. Esto es perfectamente trasladable a nuestra vida, en casos como la regulación de nuestro estado anímico, la capacidad de adaptarnos en diferentes momentos a situaciones o incluso en saber organizar nuestro tiempo y las tareas, ya sea en los estudios, en casa o en el ámbito laboral.

¿Qué decir sobre la motivación? Todo el que practica crossfit y decide que está dispuesto a tolerar el esfuerzo que representa cada día que vas dar tu máximo y probablemente poder tener agujetas durante varios días, incluso en partes del cuerpo hasta el momento desconocidas estamos aceptando un compromiso con nosotros mismos. ¿Y cuál es el objetivo? Depende del de cada uno pero tenerlo claro y que sea realista y asumible va a ser lo que nos va a dar la motivación para seguir y venir semanalmente a los días que nos comprometamos. La mayoría de personas con las que he hablado que llevan más de tres meses entrenando a crossfit coinciden que hay un efecto de “enganche”. Yo creo que la traducción es la de motivación con la ilusión que conlleva. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a comprometernos con NOSOTROS MISMOS? Hasta el punto de levantarnos a las 6.30h de la mañana para entrenar de 7.30 a 8.30h incluso en el frío enero en un pueblo como Blanes? Se de muchos que sí, y yo entre ellos cuando el horario laboral no me permite ir a otra hora.

Os puedo asegurar que el crossfit me ha aportado muchas cosas en mi vida como os decía al principio. Entre ellas me ha ayudado a corroborar algo que ya sabía pero que nunca está mal que con el tiempo se reconfirme y es que si el objetivo es realizar algo, ya sea un deporte o cualquier otra actividad por el hecho de sentirnos bien, y no por un objetivo secundario como el de estar en forma, perder peso, entre otros, el objetivo se mantiene y se adapta según el momento pero la motivación no disminuye, por eso este deporte permite que tanta gente se mantenga y que si hay una baja sea por motivos externos al deporte.

Sin duda yo he hecho un salto, he salido de mi zona de confort, he aprendido y he crecido a nivel personal y debido a mi profesión también a nivel laboral.


Está claro que todo deporte tiene su valor diferencial y añadido, pero está claro que el Crossfit de la manera que lo entiendo yo es uno de los deportes más diferencial aportando una forma de entrenamiento funcional muy completo.